Las montañas “arcoiris”, nombre dado por sus característicos multicolores de depósitos minerales que resaltan vivamente a la vista, son sitios que a lo largo del ancho mundo se cuentan tan solo con los dedos de una mano.
Entonces, porqué seríamos tan irreverentes de sugerir NO visitar la montaña arcoiris de Cusco. Bueno, eso responde al colosal boom turístico que ha tenido, pero que ha generado más bien un indeseado movimiento diario de gente que, naturalmente, atraídos por el espectacular paisaje, acuden en masas dada la oferta de operadores turísticos que promocionan visitas express, pero que distan mucho de brindar una experiencia tan fantástica como los colores de la montaña invitan a idealizar.
Como bien lo dice Wili Reaño: “El turismo mal entendido, exento de una adecuada gestión, en manos del entusiasmo y la informalidad, puede ser tan catastrófico para un territorio como la minería o cualquier otra actividad cuya motivación sea la renta y solo la renta.”
Y sus palabras fueron casi proféticas pues, para colmo, se supo luego que la montaña arcoiris estaba dentro del área de concesión a una minera trasnacional. Afortunadamente este impase se solucionó rápidamente con la anulación de dicha concesión… Pero bueno, ese es otro tema.
La actividad económica alrededor de las visitas a la montaña fue tan explosiva y jugosa que, en cierto momento, las comunidades campesinas aledañas empezaron a disputarse los derechos sobre la propia montaña. Llegando incluso a querer demarcar sus territorios sobre la misma geografía del cerro, lo que resultó en el infame letrero gigante en la falda de la colina que indicaba el nombre de una de las comunidades participantes de la disputa.

(C) Arturo Bullard
Si bien todos los problemas parecen solucionables, el problema de fondo persiste cuando se carece de la adecuada infraestructura y servicios que no logran combatir la erosión del paso diario de miles de personas, incluidos animales de monta (y sus excreciones) sobre los que suben aquellos que no resisten las exigentes condiciones ambientales (pues se trata de una montaña a más de 5 mil metros de altura, a la que se acude después de un largo viaje en automóvil -habiendo tenido además, que madrugar exageradamente). Atención aparte merece el tema de los desechos sólidos y de la disposición final de los residuos sanitarios.
Entonces, nuestras propuestas son las siguientes:
Siendo la montaña de colores un atractivo de tal belleza, debe poder disfrutarse entonces de la mejor manera y guardándole el mayor respeto. Es así que le ofrecemos una espectacular excursión de dos días para llegar a la misma, dándole chance además a que su organismo se aclimate en los días de caminata y acampada, y visitando otros atractivos en la ruta como el sitio arqueológico de Tipón y pueblos coloniales con lindas iglesias barroco-andinas.
Otra opción de un solo día, pero más sensata y responsable, es partir de Cusco a una hora decente (asegurando un buen descanso), para visitar primero la comunidad de Chari, donde se toma el desayuno brindado por la asociación de mujeres tejedoras del lugar que les mostrarán sus bellos trabajos en base a lanas y teñidos naturales. Luego, cuando ya las multitudes estén de regreso a Cusco, es que empezará la caminata desde el pueblo de Chillca, de esta manera: sin prisas, ni cansancio por falta de sueño, ni gente por doquier, disfrutará de las vistas de toda la cordillera.

(C) CBCtupay
Finalmente, y como en el Perú nunca acaban las sorpresas, también tenemos las montañas arcoiris de Palcoyo. Este destino requiere de arreglos logísticos mayores, pero es menos exigente que la caminata a Vinicunca y goza de muchísimos menos visitantes diarios.
Estas tres alternativas son excursiones privadas y por lo tanto más costosas, pero dada la experiencia de miles de viajeros es mejor invertir un poco más de tiempo y dinero para garantizar la expectativa de un viaje satisfactorio.
Por supuesto que también recomendamos la caminata por el Valle Rojo, pues es un complemento ideal a Vinicunca. Entonces, discuta las opciones con su diseñador de viajes y deje el resto del trabajo a nuestro equipo de operaciones. Verá que todo saldrá bien.
Ahora sí, visite Vinicunca o Palcoyo pero solo si lo hace de manera RESPONSable. ¡Contáctenos!
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